Misión

Tenemos como misión, proveer a la población barquisimetana de alternativas para la recreación y la practica de la actividad física con un enfoque de pertinencia cultural para el desarrollo integral de la comunidad en el marco de la Cultura de Paz, y la interculturalidad. Promover el rescate, estudio y fomento de los juegos autóctonos y tradicionales, su historia, sus valores culturales, éticos, morales y cosmogónicos, así como también sus cualidades y posibilidades de recreación.

Visión

Los juegos autóctonos y tradicionales forman parte de nuestro patrimonio cultural intangible, por lo que se pretende que se les reconozca como tal, se promuevan entre las nuevas generaciones, la creación de asociaciones de juegos tradicionales a nivel nacional. Con las actividades del programa contribuimos al fortalecimiento de la identidad Nacional como una nación multiétnica y pluricultural.

Objetivos

  • Promover los juegos autóctonos y tradicionales en la población venezolana.
  • Fortalecer la identidad multiétnica nacional
  • Proveer de recreación a la población barquisimetana
  • Rescatar formas de juego y recreación que ya se han perdido.

Promover el respeto hacia la diferencia étnica y cultural

lunes, 3 de enero de 2011

Otros juegos tradicionales de Venezuela



Saltando la cuerda o mecate

Saltando la Cuerda

¿Como se juega?

Este es un juego muy divertido en donde dos participantes deben tomar los extremos de la cuerda y la harán girar, al mismo tiempo los demás participantes saltaran sobre ella, y el que toque la cuerda será descalificado.
Se aumentará poco a poco la velocidad de girar la cuerda, de acuerdo a la duración del participante que esta saltando.
Gana la persona que soporte más tiempo saltando la cuerda.


La zaranda
En el llano venezolano (llano central) se realiza el juego la zaranda, originario de los indios nativos (guaiqueríes, guamonteyes, arahuacos, tamotes, tamanacos, caribes, palenques, entre otros), en esta zona se juega principalmente en la época de Semana Santa o días santos. Su nombre proviene de una mata de cuyo fruto seco la fabrican.
La zaranda se elabora con una totuma (cuenco que se obtiene de picar en dos partes una semilla hueca y grande) que es atravesada por un palito. En la parte superior del palito se enrolla un cordel que al halarlo hace girar la zaranda. Ha esta totuma se le abren orificios para que al momento de lanzarla o girarla penetre el aire y produzca el sonido característico.
Para lanzarla o bailar la zaranda, se enrolla una cabuya en el palito y luego se hala para girarla en el suelo. Generalmente quien baila la zaranda es la mujer, ya que por los llanos venezolanos el hombre baila el trompo, de hecho la manera de jugar con la zaranda es que las mujeres se colocan en círculos y bailan su zaranda y los hombres lanzan sus trompos para destruir la zaranda.
Otra variante es en épocas de velorios del Santo, que son rituales religiosos que se acostumbran realizar con motivo de agradecer favores o milagros que le han hecho a un ser querido. En este ritual las mujeres lanzan y bailan sus zarandas y el hombre lanza su trompo para pegarle a la zaranda de la mujer que le gusta, si la destruye la mujer será su novia por esa noche.
Otra variante del juego es que se agrupan 6 a 10 mujeres al igual número de varones, lanzan sus zarandas y los trompos si quedan zarandas sin destruir ganan las mujeres y si las destruyen todos ganan los hombres.
Se tiene una creencia que cuando los niños juegan la zaranda y esta se rompe, es mal presagio, e indica que algo malo va a pasar y votan la zaranda.
La Zaranda es de aquellos juegos que emocionaron muchísimo a los niños y a los adolescentes en épocas pretéritas, la zaranda fue uno entre otros como el trompo, que divirtió a los párvulos en nuestros pueblos, aldeas y caseríos, y hasta en las ciudades, donde llegó el eco zumbón de la zaranda.
Recordemos a este juguete como algo sencillo, hecho de una perita de calabaza muy pequeña, a la cual se le incrustada una punta de madera dura y redonda, con largo de pocos centímetros. En la calabaza se hacían unos huecos para ventilar el interior del cuerpo de la zaranda y producir un zumbido característico de esta bailadora serena y zumbona, a tal punto era estimada la zaranda que sonara bien, que los muchachos peleaban por su zaranda a puño limpio, defendiendo la que les pertenecía y que era entre otras, la mas musical al bailar en la tierra fina de los patios en las casas, o en las calles solas de los pueblos de la provincia.
Por otra parte existían desafíos de zaranda, entre los jugadores apasionados al deporte popular venezolano. ¿Pero cómo se bailaba la zaranda? Pues mediante una cuerda o guaral fuerte, al que se le ponía al extremo en la mano del operador, un travesaño de un palito, se enrollaba el guaral al cuerpo de la zaranda y, mediante un templón, se soltaba la bailadora al terreno, donde zarandeaba emitiendo un sonido como el de un cigarrón gigante, que anduviera por allí volando sobre la tierra.
Había, desde luego, apuestas y discusiones entre los jugadores. Había en algunos casos hasta peleas a puño y puntapiés, por algo que se consideraba trampa en el juego. La que pagaba casi siempre los platos rotos era la pobre zaranda, que era batida contra el suelo o embestida por la enemiga con la púa sobre la que bailaba, para romper la calabaza y silenciar el sonido del rival, que estaba zarandeando en la tierra.